viernes, 30 de julio de 2010

Páralo por favor

Se baja el paso. Nadie habla. Solo escuchas el latido de tu corazón.

Despedidas de aquellos que dejaran su hueco en los banzos y bienvenidas. Muchas y muy buenas. Despues de cinco horas debajo de El Prendimiento de Torija, el tiempo ha pasado demasiado deprisa. Trescientos y pico dias esperando, y se ha pasado enseguida. El año que viene intentaré que todo pase más despacio, aunque me parace imposible. Todo se andará.

No funcionan los sentidos. Ni el tacto de los banzos, ni el olor de la madera, ni el sabor de las almedras, ni el sonido de la procesión a punto de despedirse, ni la luz que entra sigilosa por las tallas de la vieja mesa. Sólo hay una sensación. Estás cerca de tí mismo.

Gracias a 32 hermanos más, has llegado hasta aquí, y Gerardo reza. Y Luis mira al suelo y sólo ve los pies de sus hermanos, nada mas.

Y se levanta la mole, y Olmedo se reencuentra con su amor por Zamora y las trompetas suenan tan alto que hasta el romano mira para atrás. Aquí va a pasar algo impresionante.

Despues de disfrutar con los hermanos del Olivo, mucho y bien como siempre, ahí es nada, el público mira atrás, y allí está. El Jesús triste de Torija que ya esta prendido. En la historia y en nuestro interior. Porque el paso nos ha enseñado a llorar de alegría. A sufrir con los hermanos, a callar en los momentos malos y en los buenos, a pensar que hay algo mas grande que nosotros mismos, que lo llevamos encima, y que todo tiene un sentido, mas allá de momentos puntuales, como éste tan grande, y que Jesús nos cuida. Gracias por poder estar aquí.

Con menos aire hermanos, más despacio. Páralo por favor que ésta es para nosotros. Páralo. Páralo que no lo queremos meter. Que quiero quedarme así para siempre. Que hoy no me puedo ir de aquí. Páralo Ivan por favor. Que esto solo pasa una vez en la vida. Que no se mueva hermanos.

Gracias Lolo otra vez, amigo y hermano por esperarme. Páralo una vez más

jueves, 6 de mayo de 2010

El día de los valientes

La victoria de Toni Elias el domingo pasado en Jerez bajo un sol de justicia nos demostró que en ocasiones hay que dar un paso atrás para poder dar dos pasos para delante, y le puso nombre a un domingo caluroso en la tribuna W3. "El día de los valientes"

Es valiente el que lucha todos los días por levantarse, a pesar de no tener casi fuerzas para hacerlo

Es valiente el que pasa por la Iglesia de San Juan y entra a rezarle a la Virgen de la Soledad en silencio, acurrucado en soledad ante ella.

Es valiente el que llora por un sueño.

Es valiente el que sueña.

Ángel, tú si que eres valiente compañero. Gracias por no dejar de luchar durante todo este tiempo. Nos has enseñado que las ganas de vivir no están en el aspecto físico, están dentro de cada uno.

Un saludo y bienvenidos de nuevo a este espacio de pensamientos y de Semana Santa

lunes, 4 de enero de 2010

Un nuevo año

Aunque para mí, el año siempre comienza y termina con la Semana Santa, no se puede negar que estamos en el 2010, y que comienza un nuevo año más, gracias a Dios, cargado de emociones y de sueños, y sobre todo de deseos.

De deseos de felicidad para todas las personas que conviven en el duro y lento caminar de la vida, que a veces se pone un poco o un mucho cuesta arriba.

De deseos de amor para toda la gente que quiero y que me quiere, que me llama, que se acuerda de mí aunque sea sólo una vez al año.

De deseos de recuerdo y cariño para las personas que ya no están aquí, pero que sé que en ocasiones están orgullosas de mí, haga lo que haga, y que van a estar un poco más porque así lo siento

De deseos de cariño para mis hermanos de paso, los cuales veré en breve con un café en la mano y la faja y el pañuelo del Prendimiento en la otra.

De deseos de cariño para todas las personas que me ayudan en el día a día, y también a mi compañeros semanasanteros, a los que doy las gracias por cuidarme tanto, no sólo en Semana Santa.

Feliz 2010 y próspera Semana Santa

lunes, 30 de noviembre de 2009

Asambleas en la Noche

Me he hecho a mí mismo una reflexión, después de asistir a las Asambleas Invernales, en las cuales se vota un estatuto nuevo para cada cofradía, teniendo como imagen y semejanza los estatutos "impuestos".

Creo que las nuevas legislaciones están dando muy mala imagen de la Semana Santa, teniendo en cuenta que esto es una cosa sobre todo pasional, sentimental, todo ello mezclado con la religiosidad e historia de un pueblo. Nosotros no nos hemos inventado nada, ya existía todo esto mucho antes que nosotros llegáramos, y esperemos no estropear nada.

Parece ser que las Cofradías no tenían muy bien los estautos porque han decidido obligar a la adaptación a la carrera, con fecha. Parece ser que la Semana Santa estaba muy mal y había que meterle mano. Parece ser que la demostración

El problema actual, creo que está en que se ha querido meter mucho la mano en la Semana Santa, obligándonos a aceptar estatutos impuestos, cuando los estatutos de la Vera Cruz por ejemplo, los anteriores, se adaptaban perfectamente al derecho canónico actual, que por cierto, es anterior al 1985.

La Semana Santa de Zamora y sus cofradías históricamente y actualmente son asociaciones de fieles que en una época del año sacan a la calle su fé, su religiosidad, su pasión y su historia. Y nuestra historia se ha forjado y se forja con personas, hombres y mujeres, que pusieron todo su amor en una pasión, personas corrientes, gente de a pie, gente de barrio, que no conoció nunca ni decretazos, ni exhortos, ni obispados pesados. Conoció la pasión, el rezo con el rosario entre las manos, los pies descalzos, las oraciones en secreto hacia la Virgen de la Soledad, el peso de los banzos, reuniones de hermanos por encima del tiempo y la familia en ocasiones, y las lágrimas, que no nos podemos olvidar que esto de la Semana Santa es muy personal y así lo ha sido siempre, pero que ahí está todo el mundo. Unos dentro de la fila o los pasos, otros en las aceras.

Nos une una pasión, nos une algo más, nos une un sentimiento, nos une el olor de la túnica al ponérnosla cada año. Nos unen las miradas de los cofrades desde su caperuz, nos une el recuerdo de los que no están ya, nos une el olor a garrapiñadas, nos une recibirlas desde la acera, nos une parar el Paso a alguien, nos une que nos lo paren para nosotros.

Y bueno con respecto a la entrada de las mujeres en las cofradías me parece que nadie es el mejor ejemplo para obligar a nadie, porque si recordáis bien, unos cuantos dirigentes han salido escaldados al meter la mano en la Semana Santa en este último siglo con otros muchos temas. Tienen que ser las cofradías únicamente, sus asambleas.

Por cierto, yo de las cosas más grandes que he conocido en la Semana Santa es pararle el Paso a la persona que me enseñó a sentir todo esto, y me ha dicho que ella nunca querría salir en la procesión pase lo que pase, porque quiere que le siga haciendo llorar cada Jueves Santo en su acera, en la que pacientemente espera siempre y que dice que no cambiaría por nada ese momento. Ni el de llevarme las sopas de ajo a las Tres Cruces. Gracias abuela

Santa Clara en Navidad

Era un día normal, un martes cualquiera en el largo invierno zamorano, cuando las nieblas volvían a reclamar su puesto, y el frío comenzaba a instalarse en los huesos. Todavía no olía a cera, ni mucho menos, tenían que pasearse las navidades por nuestras vidas, y las luces, aparecer en Santa Clara.

Siempre me gustaron las luces de Navidad. Siempre me gusta pasear por las calles y observar lo, que ocurre a mi alrededor en esos días. Las típicas compras de última hora, las carreras, los Papá Noel en la puerta de las tiendas, los músicos de la calle interpretando villancicos para todos, y la gente que les deja una moneda. Esa imagen es muy bonita. Parece que en las épocas navideñas todos somos un poco más amables, todo se agradece más, y se mira con más cuidado.

Dicen que de bien nacidos es ser agradecido, y yo quiero desde estas líneas darle las gracias a un par de personas que no creo que nunca lo lean porque no utilizan Internet, pero saben que le estoy muy agradecido. Estamos tan acostumbrados a esta sociedad que nos arrastra, en la que no se para de luchar y competir, que cuando una persona te hace un favor, en ocasiones no lo reconocemos como tal. Y yo hoy he podido observar los ojos de las personas cuando reconoces su ayuda a la cara.

Me habéis devuelto las ganas de soñar por la Semana Santa, lo primero. Pero también me habéis enseñado cómo un sueño puede hacerse realidad. Y lo más importante es que con vosotros he seguido aprendiendo a ser agradecido, cosa que uno ya sabe, pero es importante no olvidarse nunca.

Y sigo aprendiendo a ser agradecido al destino, por poner personas y situaciones muy importantes en mi camino, que a veces las cosas pequeñas, las sonrisas, las miradas son mucho más importantes que cualquier otra cosa. Que lo que importan son las personas, y que la felicidad es muy relativa, y gracias a ti soy feliz. Y que los sueños son importantes, pero sólo cuando los puedes compartir con alguien que tan perfectamente encaja en tu corazón.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Esperanza

Publicado en Marzo de 2008 en el Boletín de La Sección de la Esperanza

Hablar de esperanza es hablar de futuro. Hablar de esperanza es hablar de sentimientos, de sensaciones que aún están por venir, que deseamos que lleguen algún día y que, las que tenemos, estén siempre encaminadas a mejorar. Todos esperamos algo y solemos encauzar nuestras vidas hacia esa dirección.

En Zamora hablar de La Esperanza es dibujar el Martes Santo por la tarde y el Jueves Santo por la mañana. Un rayo de sol vespertino en esa Pasión que va tornando hacia el negro terciopelo desde un blanco estameña, para desembocar en salvas de alegría y claveles. Una luz que se cuela por la ventana el día más largo del año que empieza en Cabañales y acaba con el Hijo del Hombre en brazos de su Madre en la Plaza del Fresco.

La mañana de Jueves Santo es un paréntesis en medio de una plegaria de Salmos, una oración de madres, hijas y abuelas, de fe en un futuro, de creer en un mañana mejor si cabe. Hoy todo parece perdido, que la luz va a dejarnos huérfanos pero al cruzar el Puente de Piedra, las filas negras acariciadas por el verde y blanco, y mecidas por el Duero nos transmiten calma y esperanza en que Ella está con nosotros. Acompañando a la Virgen de la Esperanza en su regreso a la Ciudad del Alma aparece una emoción semejante a la criatura que se regocija en brazos de su madre, sabiendo que alguien cuida de ella.

Zamora descansa y se prepara para el gran momento, mientras la mujer cobra protagonismo en La Pasión y toma ese tiempo merecido para ella y su Virgen, las dos solas. No hay distancia entre ellas, sólo paz y amor. Las tornas han cambiado hoy, mañana de Jueves Santo y, como si de una excepción se tratase, ellas son protagonistas y los demás en este caso son actores secundarios.

Miradas de ojos vidriosos dentro y fuera al paso de la procesión. Es imposible sacar ese nudo de la garganta cuando una madre ve a su hija en la fila, la abuela a su nieta o incluso dos amigas que se ven y mientras una camina la otra reza, “ten esperanza amiga que Ella siempre nos va a cuidar”, “gracias, lo se”. No hacen falta las palabras, sólo miradas, es algo que se lleva muy dentro y que nadie sabe explicar.

Negro verde y blanco tiñen la memoria después de un año de deseos, de vivencias, de amaneceres y atardeceres, muchas veces lejos o en soledad. Negro y verde que vuelven a la memoria como si de un despertar se tratase y damos por buenos los meses que nos han de llevar a estar aquí otra vez con Ella y con nosotros mismos, es hacer un balance de nuestras vivencias y agradecerle que nos acompañe todos los días del año mientras le agradecemos que nos deje acompañarla en su lento regreso.

Hablar de esperanza es hablar de un lento caminar, de cálido sol que acaricia las mejillas aunque fuera esté incluso nevando. Que acabe lo del cielo, no lo que pasa en Zamora. Las lágrimas son más fuertes que la lluvia.

Por la tarde las viejas calles se llenarán de bullicio, terciopelo, música y madera, pero ahora la Rúa es para La Esperanza, la serenidad y el recogimiento. Miradas serenas, al suelo, negras filas punteadas de blanco, manos entrelazadas en la tulipa, lento caminar, es Jueves Santo.

martes, 3 de noviembre de 2009

La Colina..

Gotas de lluvia teñían aquella noche de domingo invernal. Después de tanto tiempo nadie recordaría ya, todo lo pasado. El tiempo se ancla en la memoria, pero en ocasiones no puede volver a la superficie por mucho que lo busquemos, al menos no, aquella vez no. Tenía que ser así, o por lo menos, así debía ser.


La colina asomaba ante sus ojos como un vigía incansable y siempre despierto, acechando cada rincón que dominaban sus torres. La soledad del lugar podía convertirse en embriagadora de los sentidos. Un paraíso que daba paso a la desolación. Árboles y montañas no eran diferentes que los de cualquier lugar del mundo, pero era un sitio especial, distinto. El verde de las laderas manejado por un viento anunciaban el principio del fin. No puedo esperar más tiempo, se dijo a sí mismo

lunes, 2 de noviembre de 2009

Y llegó

Todavía me acuerdo del día en que el señor Alfonso me puso el medallón de Jesús Nazareno en la Iglesia de San Juan, y como sonrió cariñosamente y me dijo: “¿Ves? Todo llega” Tantas veces le había dicho que deseaba que llegase ese momento, con la impaciencia de un niño. Esa es una de las frases que me han ayudado en mi vida, con los estudios, el trabajo... Y llegó el día

Cuando era pequeño, mi abuela me llevaba a ver la procesión del Espíritu Santo a la Calle de la Vega, me acuerdo como si fuera ahora mismo, para ver a los frailes con las antorchas acompañar a “su” Cristo camino de la Catedral. La atmósfera era realmente sobrecogedora y el olor a incienso ayudaba en ese momento a crear un ambiente muy diferente.

Recuerdo que el Domingo de Ramos subíamos por la Calle del Riego corriendo los dos para oír los tambores y cornetas de la Cruz Roja, que vestidos de militares, hacían temblar la ropa sobre mi cuerpo y mis latidos del corazón se ponían a Marcha Lenta. “.. Atentos, de frente, marcha lenta…….¡¡¡Ar!!! Trruumm tu tu tu tu tu tu truuummm… Cuantas veces le hice ver la procesión en Santa Clara, en la Plaza Mayor, y en la entrada del Museo, de la cual yo nunca quería irme, y le insistía en que yo quería ver más. Y le tocaba entrar en el Museo para que yo viera los Santos. La verdad es que tiene su nosequé gracioso cuando lo pienso ahora. Me contaba historias de antaño, de cuando tenía 12 años y venía a servir a Zamora, y acudía con sus primas a tomar las sopas de ajos y ver la Reverencia en la madrugada de Viernes Santo. Me contaba cómo recordaba los sonidos del Merlú y ver “bailar” los pasos en la Plaza Mayor, mientras el Cinco de Copas se ponía en paralelo con La Caída, y los pasos se paraban para ver cual de los dos aguantaba más así. Sin duda, la madrugada ha sido, es y será un espectáculo en todos los sentidos. Dicen que “quien ha vivido una madrugada en Zamora, queda atrapado para siempre en ella” Bueno no sé si lo dicen o lo digo yo, pero pienso que así es.

Y llegó aquella llamada de Luís hace ya tiempo, llegó un Viernes de Dolores, para decirme que me esperaba ese jueves debajo de El Prendimiento. Yo ni me lo creía, pero allí me presenté y me vi debajo de aquella mole con olor a madera y tacto duro en los hombros y empecé a sentir un cosquilleo especial allí en la boca del estómago que es donde se van las emociones, y sobre todo, cuando por una rejilla vi a mi abuela que había subido a verme y le paré el paso. Tiempo después me contó que en ese momento lloró lo que no estaba en los escritos de emoción. “Marcelino... ¿Podemos parar? Gracias hermanos” Eso fue lo único que dije el primer año que cargué en toda la procesión.

Y llegó otra madrugada en la que me vestí de negro, con ese traje que tiene un olor especial, y cogí mi tambor para pasarme toda la mañana ruflando. A veces pienso que si empieza la procesión otra vez cuando acababa, sería capaz de volver a pasarme redoblando otras 6 horas con Rubén, Gelete, Zamorano, Javi, Paco, Gabi, Yosu y toda esa gente con la que tanto frío pasé para diluirlo en unas pocas horas.

Y llegó Fernando y me enseñó tantas cosas de Semana Santa, pero sobre todo de la vida, y me propuso hacer cosas nuevas, me propuso escribir. Gracias a él he descubierto el teclado del ordenador...Se juntó Alberto con su cabeza muy fría y templó las nuestras para ayudarnos.

Y llegó esa llamada, llegó ese mensaje, llegó tu voz a mí, y las cosas empezaron a funcionar

sábado, 24 de octubre de 2009

Descendimiento del Cristo de la Buena Muerte año 2009. Me lo pidió Jesús y José Luis, y un poco tarde pero a tiempo


Cristo muerto que se acerca a mí, rodeado de gente pero sin ser capaz de quitar mis ojos de los suyos, buscando un consuelo, una ayuda. Es la otra Semana Santa, la que no se ve, la que es diferente, la que te atrapa en una espiral, la que te ayuda a pensar que todo esto tiene un significado.

Difícil separar la madera de la realidad, y más aun cuando la madera es tan impresionante. Se puede decir mucho más con una escultura, pero no mejor dicho. Contundente y sencillo, pero apabullante, con una fuerza que casi ofende. Cristo portado en posición casi horizontal por unos humildes frailes que al pasar a tu lado el Lunes Santo parece que te acaricia en el pelo y que te consuela saber que algo de tí va en sus pensamientos.

En cinco minutos pasas del exterior al interior de la Iglesia de San Vicente y entras en un mundo prohibido, reservado para las miradas del mundo exterior, privilegiado...

Y te encuentras ante Él, y ante tí mismo

jueves, 22 de octubre de 2009

Mi compañero


Desde hace unos cuantos años, un camino cruzó mi destino convirtiéndose en un objetivo bañado de recuerdos, de pasión y de emoción. Sudores y lágrimas y emociones cruzadas han acompañado la imaginación todos estos años, sanando la mente con el dicho que "..todo llega.." para no perder la calma, mantener el tipo lo mejor posible.

No todo es el futuro ni el pasado, últimamente estoy aprendiendo a saborear el presente de una manera que no sabía que existía. Cuando sabes que vas a tener mucho tiempo (así como miles de años..) miras a la cara al presente, al día en el que vives y disfrutas cada gota que te ofrece. Yo estoy aprendiendo a hacerlo gracias a las voces del silencio, a las miradas que detienen el tiempo. A las cosas sinceras

Hace un tiempo, cada mes más o menos, un amigo de chupete y compañero en muchas cenas, y melodías, y frío (que frío pasamos amigo) muy especial me llama o le llamo yo a él para charlar un rato, pero sobre todo para recordarnos que falta un poco menos para llegar al principio del camino, y nos preguntamos por nosotros y eso es bueno, muy bueno. Con todo esto de internet y demás foros, se empieza a perder el sabor de charlar con alguien de cualquier tema a la cara o por teléfono.

Ya falta menos amigo, ya se puede tocar, pero recuerda que el camino a recorrer es muy importante y que todavía tienen que poner las luces de navidad que siempre me han gustado tanto, y que este año van a tener un sabor muy muy especial, por ellas mismas y por los ojos que las miran con la misma ilusión que las voy a mirar yo. Porque vamos a ver más allá, mucho más allá

miércoles, 21 de octubre de 2009

Un largo camino


Empieza cada día, cada momento que nos levantamos y decidimos avanzar por la vida. Cada día es apasionante, puedes descubrir cosas que ni te imaginarías que existen.

Hace poco intenté explicar lo que yo sentía al cargar El Paso, el pertenecer a ese grupo de Hermanos cargadores, y porqué en los malos momentos tiendo a acordarme de la tarde de Jueves Santo, y todo lo relacionado con ella. En los buenos también.

Mientras intentaba dibujar con palabras mis sensaciones, convertidas en sentimientos, me dí cuenta que la Semana Santa me ayuda a encontrar cosas de mi mismo que me sorprenden y que en muchas ocasiones casi no me doy cuenta que existen. Es importante sentirse cerca de uno mismo, y yo gracias a la la Semana Santa me acerco un poco más a mí, me conozco un poco más, y me gusta descubrirme.

Pienso que cada uno tiene que seguir sorprendiendose a si mismo, soñando despierto, que eso es muy guay, es lo mejor, con la Semana Santa, o con lo que sea.

Dibujé y soñé en blanco, en azul y negro brillante, con sol y con luna, y oyendo las voces del silencio, que son las que más dicen, cuando no se necesita hablar que es cuando todo lo que llevas dentro sale fuera.

"...tengo cinco amigos que tienen claro que todo va a salir bien, es más, saben que todo está ya bien.."

sábado, 26 de septiembre de 2009

El día D

Todavía estoy sin palabras despues de leer algo que me escribió mi Jefe de mecánicos particular, el talismán en el que siempre he confiado mis apariciones en la vida artística y pública. Este "Jeremy Burguess" particular es el genio que siempre me ha hecho sacar esas 500 milésimas por vuelta, que me han hecho ganar más de una carrera aunque algunas no las haya acabado, pero eso era culpa de la meteorología, que nunca está del todo acorde con la situación.

Estar cerca de él siempre me ha producido una paz interior muy especial, sobre todo porque hemos estado en los mismos sitios a la vez tantas ocasiones, pero en diferente tiempo, asi como 9 años después. Estoy orgulloso de él.

Además que más se puede decir si el día más importante del año ahora escucha los mismos sonidos que yo, camina al mismo paso durante 6 horas, y ve las mismas caras. Ahora querido Victor, corremos en el mismo equipo, cantamos las mismas canciones y bebemos del mismo vaso. Tarde pero a tiempo hermano

Siempre es un placer, seguro que algún día empezamos a conocernos de verdad, y recuerda que el mejor no es el que más sabe, sino el que lo poco que sabe lo pone en práctica en el momento adecuado, mira Rossi en Montmeló...

"Las monjas del Hospital están que trinan que trinan
porque no le dejan ver a Viriato la pilila..."

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Septiembre

De luces y calor, de lágrimas y sonrisas, pero sobre todo de estas últimas. De ojos que miran despacito sin prisa, de sonrisas de verdad, como las que ya no quedan, de oscuridad, y del corazón, que es desde donde mejor se ven las cosas.

Desde la acera sigo observando el lento caminar de la vida en su día a día, avanzando hacia un futuro mejor, y vaya que va, hacia un futuro muchisimo mejor. Hay personas que disfrutan observando pero yo necesito interaccionar con el medio que me rodea. Lo necesito

Hace poco llamé a un amigo que conocí bajo de los banzos de El Paso hace mucho tiempo, para saludarle, porque me apetecía hablar un rato, y no recibí de él nada más sonrisas, que eso es buenisimo. Es impresionante la relación tan especial que puedes establecer con los Hermanos de Paso, que están ahí siempre aunque no los veas, están ahí, y les falta tiempo para ayudarte si lo necesitas.

Están ahí, los Jueves Santos, y el resto del año.

Gracias

martes, 4 de agosto de 2009

Forjar el carácter

Dicen que es más importante forjar el alma que amueblarla, y yo últimamente estoy de acuerdo. Bueno, siempre estuve.

Hace unos días estuve en el Museo de Semana Santa de Zamora (como todos los meses)y como dice nuestro buen amigo Felipe de Castro, "me abandoné entre los judíos". Sí sí, me abandoné en esa tarde de soledad que solamente encuentro en la capilla del Cristo de las Injurias y en dicho Museo. Aunque más que un museo parece un garaje de esos en los que hay muchos coches, y que para salir a la calle tienes que hacer bastantes maniobras.

Nuestra Ciudad del Alma, fue la primera en tener un Museo de Semana Santa, allá por los años 60 del pasado siglo. Mucho y muy bien ha hecho dicha construcción por Zamora y su Semana de Pasión la última mitad del siglo pasado, pero, señores, se ha quedado obsoleto totalmente.

Una ciudad que se precia de tener una de las más importantes Semanas Santas del mundo no puede quedarse de brazos cruzados de esta manera. Un ayuntamiento que busca promocionar el turismo en la ciudad tampoco puede abandonarse con respecto a la Pasión de esta manera. Una Junta Pro Semana Santa tampoco.

Tengo la sensación que todo el mundo está haciendo la "envolvente" de pasarle le pelota a los demás, despacito. Muy despacito. Pero eso no es así. No debería ser así. Hemos visto últimamente cómo las instituciones avanzan y reculan (con respecto a las Edades del Hombre), para volver al punto de partida. O sea, nada. Nada para Zamora, como siempre.

Probablemente el problema radica en que ni ahora ni nunca (excepto en contadas ocasiones), hemos sabido vender lo nuestro. Buscamos escultores importantísimos y gastamos fortunas en hacer artificial el destino, en traer sus obras a Zamora. Buscamos escritores que llevaron la bandera de nuestra ciudad por el mundo para volver a gastar fortunas acercando sus escritos otra vez más. Proyectamos castillos futuristas que se quedan en lo que realmente son, construcciones medievales de orgullo para nosotros, pero sin darnos cuenta que ya estaban aquí, por lo menos hace mil años.

Observo que Zamora busca, busca y busca. No se terminan de encontrar fórmulas para atraer el turismo y no se sabe de qué palo vamos exactamente. Si de Iglesias medievales, si de escultura moderna, o de qué. Dice el refranero español que "Hombre de muchos oficios, maestro de ninguno..." Pues eso, como nosotros.

Busca la ciudad desde hace muchos años, alcaldes y gobiernos una fórmula para tener un reconocimiento más allá de nuestras murallas. Y no aparece esa fórmula. Nadie la ve. Aunque creo que nadie la quiere ver. Está delante de nuestras narices. De todos.


Sí, así de sencillo, hay que potenciar, proteger y avanzar con nuestra Semana Santa. Con un Museo nuevo, con un respeto por parte de todas las instituciones públicas, y de los medios de comunicación que en ocasiones veo inexistente... Tampoco ayudan los imperativos del Estatuto Marco (del cual no entiendo el origen ni el fín). Los políticos hacen promesas, todo, los de un lado y los de otro. La Junta Pro Semana Santa se reúne en cónclaves para criticarse un@s a otr@s, y hablar de "que si tú haces, yo hago, las bandas, los estatutos marcos", y demás parafernalia que antes o después pasarán a la historia, y Zamora espera, espera y espera en silencio, pero haciendo lo que mejor sabe hacer, vivir lentamente y, diez días al año, salir a las calles a acompañar a sus Cristos y Vírgenes como sólo Zamora sabe hacerlo. En silencio y con lágrimas en los ojos. Demostrando que sin apoyos estamos donde estamos. Y estamos, vaya si estamos.


"...me han dicho que te casas con 'la tacones'..."

lunes, 22 de junio de 2009

No era Jueves Santo


No era Jueves Santo ni me había levantado pronto para desayunar con mis amigos. No oía el crujir de la madera a paso lento, ni la Saeta en el Museo, ni sentía el peso del arte en mis hombros, ni la respiración de todos, jadeante. No hacía frío ni corría, volaba, hacia El Huerto. No subía por El Riego con mi tesoro entre las manos para ponerme en la fila de Nuestra Madre. No había estado en las Jornadas Gastronómicas tampoco ese día, ni había visto al Cristo de las Injurias sufriendo por nosotros, y por Él mismo. No era la madrugada de Viernes Santo, ni me había puesto la túnica negra, la que al sentirla en las manos te hace volar a tu interior. Ni siquiera había estado en el Museo, pero donde sí había estado era en otro momento.

Había estado en un sueño en el cual, al despertarme, me di cuenta que las cosas simples, las cosas sencillas son las que marcan una vida, un recuerdo, o el futuro. Y decidí desde ese momento, no volver a dejar escapar ningún sueño por muy complicado que fuera. Me conjuré conmigo mismo que nunca nunca, volvería a ponerme tapones en los oídos.

No era Jueves Santo, pero necesitaba que fuese.